Kikes the mullet, ayudando a los niños con cáncer

Kikes the mullet, ayudando a los niños con cáncer

Qué pasaría si te contara que existe un joven que actualmente está peleando contra el cáncer, pero no es como otros chicos, que deciden estar tristes, esperando la muerte, claro es algo horrible que jamás nadie debería de pasar, mucho menos sentir, pero es que cuando ya tienes algo, lo peor que puedes hacer, es sentir lástima por ti mismo, mientras tengas vida, tienes mucho que ganar, incluso puedes ganarle al mismo cáncer, hay gente que ha tenido éxito y vive para contarlo.

Este joven, vive su vida normal, trabaja, aun con muletas lo ves manejando, el vive su vida de una forma normal, bueno aunque sabemos que a veces son apariencias, por dentro entendemos que sufre, pero es una persona fuerte, lo mejor de todo, es que está luchando para que otras personas con el mismo problema, en especial los niños con cáncer, salgan adelante, desea que el mundo de media vuelta y ayude a estos pequeños, que necesitan de todo nuestro apoyo.

Este chico vende sus playeras, si alguien te ofrece una, abre tu corazón, es por una buena causa, te darás cuenta de quién es, la camisa dice Kikes the mullet, cuando tu compres una playeras como esta, estarás ayudando a que mas niños puedan pagar sus medicinas y su tratamiento.

Si quieres saber más sobre esta noble organización no lucrativa, puedes entrar a la página http://www.acancer.org/

Dios trabaja de manera misteriosa, quizás Dios está tocando el corazón de muchas personas, para que nos ayudemos unos a otros.

Por cierto, existe una historia del cielo y el infierno, en la primera escena imagínate un lugar con todos los manjares del mundo, pero la única condición para comer, era que solo podías comer con tenedores de más de dos metros de largo, la gente estaba hambrienta y moribunda, intentando de robar la comida, pero no podían comer porque solo se podía de esa manera, entonces todos estaban enojados, enfermos, hambrientos viviendo el mismo infierno, pero en el cielo, estaba la misma escena, los mas apetitosos manjares, iguales que en el infierno, igualmente tenían que comer con cubiertos de más de dos metros, pero aquí la gente era feliz, bien alimentada, resulta que aquí la gente se ayudaba para comer, uno le daba de comer al otro y así sucesivamente, el cielo es cuando la gente se ayuda, unos a otros.

Siempre que puedas ayuda, veras como todo misteriosamente se te regresa.